Cuando nos levantamos por la
mañana, siempre tenemos la capacidad de elegir cómo vamos a vivir el día que
tenemos por delante.
Cuando tenemos un mal día, es
porque nosotros así lo hemos elegido.
Hemos elegido tener un día en el
que todo lo que me pasa me lo voy a tomar por las malas, en el que voy a
discutir con todo el mundo por pequeño que sea el pleito, todo me va a salir
mal y no voy a ser capaz de hacer las cosas si no es a la primera, además está
lloviendo y encima los del tinte no me han limpiado bien la prenda que les
dejé, y mis compañeros de trabajo hoy tienen un día… que no hay quien los
aguante, pero además tengo que ir a cenar a casa de mis suegros, y …¡No me
apetece!
¿Cuántas veces nos ha pasado
esto? Desgraciadamente muchas.
Pues siento deciros que el tener
un día así es única y exclusivamente culpa nuestra.
Nosotros elegimos enfadarnos por
todo, y discutir por todo, elegimos que no podemos hacer una determinada cosa,
sólo porque no nos ha salido a la primera, elegimos pensar que la lluvia es
algo malo y que nos ha estropeado el
día, elegimos enfadarnos con los del tinte por haber cometido un pequeño error
(son humanos, no nos olvidemos), nosotros elegimos cómo tomarnos el día que
están teniendo nuestros compañeros, (¿o quizá el mal día de nuestros compañeros
de trabajo sea sólo una percepción nuestra?), y, por supuesto, nosotros elegimos
no tener ganas de ir a cenar a casa de los suegros.
Puedo elegir pensar que para qué discutir
con todo el mundo, si lo único que consigo es enfadarme yo, llevarme un
disgusto, que la gente se enfade conmigo,… Es preferible pensar las cosas antes
de decirlas y sobre todo evitar las discusiones innecesarias.
Si algo no sale a la primera no
significa que no sepa hacerlo:
Si el plan no funciona, cambia el plan. Pero no cambies la meta.
Si el plan no funciona, cambia el plan. Pero no cambies la meta.
Puedo elegir pensar que la lluvia es algo maravilloso, que
lluvia es igual a vida, que los días de lluvia también tienen su encanto, y que
probablemente tenga que salir antes de casa pues habrá más tráfico y tardaré
algo más en llegar, ¡pero podré estrenar mis botas nuevas!
Los chicos del tinte me han
pedido disculpas y además es la primera vez en tantos años que ocurre algo así,
les dejo la prenda otra vez y les pido que me la vuelvan a limpiar. Total tengo
otras prendas que puedo ponerme para la cena de esta noche. Además la culpa es
mía por traerla a limpiar justo unos días antes de la cena,… la cena… la cena
con mis suegros a la que no me apetece ir, pero esa cena es con los padres de
mi pareja, por lo que tengo que ir, y para que voy a ir de mala gana, será
mejor que piense que eso hace feliz a mi pareja y por lo tanto a mí, además mi
suegra cocina muy bien y mi suegro siempre que vamos saca un buen vino para
comer, … puede que no esté tan mal la cena de esta noche…
Si buscamos todo lo bueno que
tiene cada cosa que hacemos o que nos ocurre, nuestro día será mucho mejor. Es
cierto que en algunas ocasiones es complicado encontrar esas partes positivas,
pero haciendo un pequeño esfuerzo siempre encontraremos qué parte buena ha
tenido aquello que me ha ocurrido, que me está ocurriendo o que va a suceder en
un futuro próximo.
Además pensemos que para qué voy
a arrepentirme del pasado si ya no tiene solución y para qué voy a preocuparme
del futuro si todavía no ha llegado y por lo tanto no se si sucederá o no.
Nuestra mente siempre va a buscar
lo malo de todo lo que nos ocurre, por lo que somos nosotros los que tenemos
que luchar contra ellos y no dejar que los pensamientos negativos puedan con la
parte positiva de lo que nos sucede.
La actitud con la que afrontamos
los problemas, los retos, las cosas que tenemos que hacer durante el día, será
clave para que las cosas salgan bien o no, y sobre todo para que nuestro día sea:
“un día para olvidar o un día
inolvidable”.
Nosotros elegimos levantarnos todos los días con Actitud Naranja, positiva, con energía, con felicidad, con un sonrisa que ofrecer a todo el mundo, y un sentimiento de que todo va a salir bien, porque así lo elegimos cada día al levantarnos.