martes, 8 de abril de 2014

SIMPLE Y SENCILLO

Leyendo un artículo de Jorge Bucay en el Nº 102 de la revista que el mismo dirige, Mente Sana, llamado "Simple y sencillo", me vino a la cabeza una historia que alguien me contó no hace mucho:

Escondiendo la felicidad:

Al principio de los tiempos, los dioses se reunieron para crear al hombre y a la mujer. Lo hicieron a su imagen y semejanza, pero uno de ellos dijo:

-Un momento, si vamos a crearlos a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro y una fuerza e inteligencia igual a la nuestra. Debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de lo contrario estaremos creando nuevos dioses.
Después de mucho pensar, uno de ellos dijo:
- Ya sé, vamos a quitarles la felicidad.
- Pero donde vamos a esconderla. - Respondió otro.
- Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo.
- No creo que sea una buena idea, con su fuerza acabarán por encontrarla.
- Entonces... podemos esconderla en el fondo del océano.
- No, recuerda que les daremos inteligencia, con la cual, tarde o temprano construirán una maquina que pueda descender a las profundidades del océano.
- ¿Por qué no la escondemos en otro planeta que no sea la tierra?
- Tampoco creo que sea buena idea, porque llegará un día que desarrollarán una tecnología que les permita viajar a otros planetas. Entonces conseguirán la felicidad y serán iguales a nosotros.
Uno de los dioses, que había permanecido en silencio todo el tiempo y había escuchado con interés las ideas propuestas por los demás dijo:
- Creo saber el lugar perfecto para esconder la felicidad, donde nunca la encuentren.
Todos le miraron asombrados y le preguntaron:
- ¿Dónde?
- La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.
Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin darse cuenta que la lleva consigo.


Si, el día que me contaron la historia también puse la cara que tienes tú ahora. 
Nos pasamos la vida buscando la felicidad en las cosas materiales, en otras personas, en viajar, en hacer cosas, en el trabajo... y no nos damos cuenta de que la felicidad está más cerca de lo que nos pensamos.

El otro día en un programa de Televisión, preguntaban a la gente por la calle que cuál había sido su momento más feliz. 
Había gente que contestaba que el día de su boda, el nacimiento de sus hijos... pero hubo una señora que dijo que, en la vida los momentos de felicidad sólo duran unos segundos y que el resto es tristeza y sufrimiento. La verdad es que me entristeció escucharla. 
Yo hubiera contestado que "toda mi vida". Toda mi vida ha sido un momento feliz , incluidas las partes tristes, porque sólo por haber vivido, ya es un motivo de felicidad. Y esas partes tristes o de sufrimiento, nos hacen crecer, nos hacen ser mejores y tendrían que servirnos para darle importancia a las pequeñas cosas, a lo sencillo. 
Todo aquello que nos pasa desapercibido, es felicidad.
Todo aquello con lo que disfrutamos, es felicidad.
Todo aquello con lo que crecemos, que nos hace mejores, es felicidad.

No es necesario que nos ocurra algo para decir que somos felices. Si todos los días nos levantamos dando gracias por todo lo que tenemos, en vez de pensar en todo lo que nos falta, estoy segura de que seremos mucho más felices. 

Yo ya encontré la felicidad.
Si aún no la has encontrado acuérdate de buscar lo más cerca de ti que puedas, porque la felicidad está mucho más cerca de lo que crees. 


Noelia Prada. Coach Personal y Profesional en Actitud Naranja