jueves, 12 de junio de 2014

CÓMO MINIMIZAR LOS MIEDOS

En el anterior post, hablábamos de cómo los miedos nos paralizan y nos impiden realizar y conseguir aquello que deseamos.

Hoy os vamos a dar algunas técnicas para superar esos miedos.


  1. Visualiza lo que quieres lograr y sobre todo, cómo te vas a sentir cuando lo logres.

La visualización ha de ser positiva, siempre viendo como quiero conseguirlo, qué gente hay a mí alrededor, cómo es el lugar,… y lo más importante: como me siento en ese momento.
Esto va a hacer que nos centremos en la parte positiva de luchar por lo que queremos, y así dejemos de lado los temores que eso nos genera.
Con esto no quiere decir que esos temores desaparezcan, pero sí que se minimicen y se hagan menos importantes para nosotros.

       2.  Haz conscientes tus miedos. 

Párate un momento y busca que es lo que te paraliza, cuáles son esas cosas, esos miedos que te impiden realizar lo que te has propuesto.
Desmiga todo lo que puedas esos miedos, hazlos conscientes y razónalos.
Sólo  usando la razón podrás entenderlos y luchar contra los miedos que te produce la situación a la que te quieres enfrentar.
Una vez que los hayas hecho conscientes, busca soluciones para enfrentarlos y minimizarlos todo lo posible.

              3.  Usa la respiración.

Respirar de forma consciente y con el diafragma hará que te relajes y transmitas a tu cerebro que la situación no es peligrosa y que no tiene porque ponerse a la defensiva.
Respirar bien es esencial para minimizar la ansiedad que nos produce enfrentarnos a nuestros miedos, por eso aprender a respirar de forma diafragmática es tan importante. 

           4.  Relajación. 

La relajación tanto muscular y corporal como mental, es esencial para combatir la ansiedad y los nervios.
Necesitamos librar a nuestro cuerpo de toda la adrenalina que genera ante un miedo a un posible peligro.
Realizar ejercicio regularmente y sobre todo en los días previos a enfrentarnos a ese temor nos va a venir muy bien descargar el estrés y la adrenalina sobrante.
Una relajación mental con una música suave y en un lugar tranquilo va a ayudar a relajar la mente y a clarificar nuestras ideas y así poder centrarnos en la parte positiva de todo lo que vamos a hacer, y a poder reflexionar sobre el temor que nos afecta.


Con estas directrices, con ganas y con un poco de esfuerzo, lograrás que los miedos que no te dejan avanzar en tu vida profesional y/o personal sean menores. Incluso muchos de ellos te parecerán tan absurdos que hasta te reiras de ti mismo y de haber caído en la trampa que te puso tu mente.

lunes, 2 de junio de 2014

FÁBRICAS DE MIEDOS



Oí una vez, que los seres humanos somos excelentes fábricas de miedos.
Esa frase me hizo pensar y mi curiosidad hizo que quisiera adentrarme más en el campo de los miedos.
Cada vez estoy más enganchada a este mundo.

Resulta excitante saber cómo nuestra mente nos engaña continuamente. Cómo juega con nosotros y nos hace sentir miedo ante cosas que no son un riesgo para nuestra salud.

Nuestra mente, fabrica miedos a partir de situaciones vividas, o no. Situaciones que hemos visto en el cine o en la televisión, o no. Hay autores que afirman que los miedos tienen un componente genético y otros que todo se debe a la educación y a la sociedad en la que vivimos.

Yo creo que tiene algo de cada uno.
Nacemos con miedo.
Si no existiera el  miedo, la especie humana se habría extinguido hace mucho tiempo. El miedo es un mecanismo de seguridad para todos los animales. Sentimos miedo cuando existe un peligro y en ese momento nuestro organismo se prepara para la lucha o para la huida.
Pero también aprendemos a tener miedo a determinadas cosas en función de la sociedad y la cultura en la que crezcamos. 
Tiene algo de ambas cosas. 

Pero, como decía, nuestra mente nos engaña.
En muchas ocasiones nuestra mente crea en nosotros, miedos que en realidad no suponen un peligro para nuestra salud.

¿Cuántas veces hemos dejado de ir a  hablar con esa persona que nos gusta por miedo a una negativa?
Pues seguro que unas cuantas.
Si analizamos ese miedo, ¿qué peligro hay? Pues como mucho que me esa persona me mande a paseo.
Habrá gente que piense que nuestro cerebro nos está diciendo que de esa negativa, depende en cierto modo, la supervivencia de la especie. Y puede que nuestro cerebro más primitivo lo vea así.

Esos miedos son los que mejor se dominan. Los miedos ante peligros que no existen.
Pero realmente esos son los miedos que nos paralizan, que nos impiden conseguir nuestras metas, nuevos aprendizajes, nuevos amigos, una relación, hablar en público, enviar un currículum o hablar con nuestro jefe.

Esos miedos nacen de la preocupación. De pensar que lo que vamos a hacer va a tener una consecuencia negativa para nosotros.
En vez de ver la parte positiva que va a tener la acción que vamos a realizar, nuestra mente se centra en lo que puede salir mal. Eso hace que nos preocupemos en exceso y entremos en lo que llaman el circuito del miedo. Nos preocupamos, generamos ansiedad, y con ella el miedo y los nervios, que hacen que nuestro cuerpo reaccione con temblores, sudoración, bloqueo mental, tartamudeamos, nos paralizamos, etc… por lo que los pensamientos negativos de que todo va a salir mal, se cumplen. Y vuelta a empezar. Las siguientes veces que nos enfrentemos a esa misma situación, si no le ponemos remedio, nuestra mente nos recordará una y otra vez, esa ocasión en la que todo nos salió mal y volveremos a iniciar.
Continuamente estamos fabricando miedos.



En nuestros siguientes post, os contaremos cómo minimizar esos miedos.