lunes, 2 de junio de 2014

FÁBRICAS DE MIEDOS



Oí una vez, que los seres humanos somos excelentes fábricas de miedos.
Esa frase me hizo pensar y mi curiosidad hizo que quisiera adentrarme más en el campo de los miedos.
Cada vez estoy más enganchada a este mundo.

Resulta excitante saber cómo nuestra mente nos engaña continuamente. Cómo juega con nosotros y nos hace sentir miedo ante cosas que no son un riesgo para nuestra salud.

Nuestra mente, fabrica miedos a partir de situaciones vividas, o no. Situaciones que hemos visto en el cine o en la televisión, o no. Hay autores que afirman que los miedos tienen un componente genético y otros que todo se debe a la educación y a la sociedad en la que vivimos.

Yo creo que tiene algo de cada uno.
Nacemos con miedo.
Si no existiera el  miedo, la especie humana se habría extinguido hace mucho tiempo. El miedo es un mecanismo de seguridad para todos los animales. Sentimos miedo cuando existe un peligro y en ese momento nuestro organismo se prepara para la lucha o para la huida.
Pero también aprendemos a tener miedo a determinadas cosas en función de la sociedad y la cultura en la que crezcamos. 
Tiene algo de ambas cosas. 

Pero, como decía, nuestra mente nos engaña.
En muchas ocasiones nuestra mente crea en nosotros, miedos que en realidad no suponen un peligro para nuestra salud.

¿Cuántas veces hemos dejado de ir a  hablar con esa persona que nos gusta por miedo a una negativa?
Pues seguro que unas cuantas.
Si analizamos ese miedo, ¿qué peligro hay? Pues como mucho que me esa persona me mande a paseo.
Habrá gente que piense que nuestro cerebro nos está diciendo que de esa negativa, depende en cierto modo, la supervivencia de la especie. Y puede que nuestro cerebro más primitivo lo vea así.

Esos miedos son los que mejor se dominan. Los miedos ante peligros que no existen.
Pero realmente esos son los miedos que nos paralizan, que nos impiden conseguir nuestras metas, nuevos aprendizajes, nuevos amigos, una relación, hablar en público, enviar un currículum o hablar con nuestro jefe.

Esos miedos nacen de la preocupación. De pensar que lo que vamos a hacer va a tener una consecuencia negativa para nosotros.
En vez de ver la parte positiva que va a tener la acción que vamos a realizar, nuestra mente se centra en lo que puede salir mal. Eso hace que nos preocupemos en exceso y entremos en lo que llaman el circuito del miedo. Nos preocupamos, generamos ansiedad, y con ella el miedo y los nervios, que hacen que nuestro cuerpo reaccione con temblores, sudoración, bloqueo mental, tartamudeamos, nos paralizamos, etc… por lo que los pensamientos negativos de que todo va a salir mal, se cumplen. Y vuelta a empezar. Las siguientes veces que nos enfrentemos a esa misma situación, si no le ponemos remedio, nuestra mente nos recordará una y otra vez, esa ocasión en la que todo nos salió mal y volveremos a iniciar.
Continuamente estamos fabricando miedos.



En nuestros siguientes post, os contaremos cómo minimizar esos miedos.

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