lunes, 27 de octubre de 2014

CUANDO EL MIEDO VENCE AL AMOR



Siempre nos han dicho que segundas partes nunca fueron buenas.
Pero no es menos cierto que la vida se compone de segundas, terceras, cuartas,... infinitas oportunidades.

Cuando algo se rompe, cuando algo acaba, nos prometemos a nosotros mismos no volver a pasar por eso, no sentir de nuevo ese dolor, esa angustia, esa frustración....

Pero nosotros como seres humanos no tenemos la potestad de NO SENTIR,  o de sentir sólo aquello que nosotros queremos.

Y cuando de nuevo la vida nos sorprende y hace que nos ilusionemos, que sintamos de nuevo cosquillas en el estómago, que volvamos a creer en alguien, y que ese alguien se esté convirtiendo en alguien especial, llega nuestra mente rebusca en la trastienda de los recuerdos y encuentra ese momento de dolor, de angustia, de tristeza, de no querer volver a sentir.... y lo coge y lo moldea a su gusto y lo transforma,... lo transforma en miedo.

En miedo de volver a pasar por todo aquello, en miedo de volver a ser víctimas de una situación parecida, de volver a caer y no poder levantarnos,...en miedo a sentir y después sufrir,...

Y en ese momento retrocedemos, damos un paso atrás. Dejamos que el miedo se apodere de ese nuevo sentimiento que estaba surgiendo en nosotros, le damos poder al miedo antes que a la posibilidad de volver a sentir amor, pasión, ternura,... felicidad...

Recordamos la promesa y se convierte en un lastre. Un lastre que no nos deja avanzar, que no nos deja cerrar la puerta que dejamos atrás para poder abrir la ventana y que entren nuevos vientos, nuevas experiencias sin basarlas  en las antiguas.

Ese miedo nos paraliza, nos envuelve, hace que no queramos sentir lo que sentimos. Y nos frustramos por ello, porque creemos que todo se volverá  a repetir y todo será como antes,  y todo se hace difícil, cuesta arriba.... Y lo que tenía que ser un momento de felicidad, alegría, mariposas en el estómago, sonrisa tonta... se convierte en un auténtico combate entre el quiero y el debo, entre el recuerdo y las nuevas experiencias, entre sentir o no querer sentir...

Si dejamos que el miedo nos pueda, nunca sabremos lo que nos ofrecen las segundas oportunidades.
Nunca reconstruiremos nuestra vida y nunca seremos libres de decidir cómo, cuándo, dónde y con quién.

No dejemos que el miedo a lo vivido, anule lo que nos queda por vivir.
Las segundas oportunidades están para aprovecharlas. No para dejarlas escapar. 



Noelia Prada. Coach Personal en Actitud Naranja

No hay comentarios:

Publicar un comentario