viernes, 24 de octubre de 2014

Lo importante.


Cuando ves que las piezas van encajando, sientes que el esfuerzo mereció la pena. Que el camino, que no ha sido fácil, al final te ha ido llevando hacia esa meta. Has pasado ríos, saltado paredes, tropezado con piedras,... unas veces retrocedias sobre tus pasos por que el miedo o tu mente, no te dejaban seguir. Otras has viajado en moto, vadeando los arroyos y subiendo por encima de las colinas, sin que nada te parara,...
Has sentido el frio de la noche, y el calor del sol de mediodía.
Has visto las más bellas imágenes, pero también, has sentido el miedo que todo lo nuevo y desconocido conlleva.

Pero estás aquí. Más sabio, con más experiencia, habiéndote caido  pero volviéndote  a levantar. Has pasado tormentas que luego escamparon y tras las que salió el arcoiris, lleno de colores y energía para continuar  y has disfrutado de esa llovizna que sólo sirvió para que hicieras un alto en el camino, cogieras fuerzas y continuaras hacia adelante.

Has vivido mañanas de niebla en las que no se veía por dónde andabas. Y has visto cómo la tarde se tornaba en soleada, y podías seguir como si no hubiera pasado nada.
Te has encontrado conocidos, que iban en dirección contraria y que te decían que estabas equivocado. Pero tu seguiste, y no los escuchaste.

Te siguieron un par de amigos, pero ellos no pudieron con el camino... fue demasiado duro para ellos y lo dejaron a la mitad, se dieron la vuelta y volvieron a su zona, a lo conocido.
Pasaste por pueblos donde te decian que te quedaras ahí, que para qué seguir, si total ya habias caminado un largo trecho y no merecía la pena seguir. Pero tú no les escuchaste y continuaste hasta la siguiente ciudad, por ver si allí estaba ese lugar que tanto buscabas.

Te encontraste con amigos y familiares , que te decían que tuvieras cuidado, que era peligroso, que te jugabas mucho, que seguir era de locos... pero tu no les escuchaste. Continuaste tu camino.
Y aprendiste. Y desaprendiste. Y volviste a aprender. Pero siempre seguiste hacia adelante.
No te entretuviste con cada flor o con cada piedrecilla, sabías que tenías que llegar, y esa era tu única motivación.

Aprendiste, que sólo aprendiendo, lograrías llegar.
Aprendiste que lo importante no es la meta, si no disfrutar del camino.
Aprendiste a aprender de lo bueno, pero también de lo menos bueno.
Aprendiste, que aprendiendo, la vida tiene otro color, otra textura, otro olor,...
Aprendiste que todos los obstáculos, solo sirvieron para que crecieras y seas quien eres hoy:
Esa persona que ha logrado lo que se a propuesto. Esa persona que seguirá conociendo nuevos caminos, que le llevarán a nuevas experiencias, a nuevos aprendizajes y a seguir construyendo su vida como quiere.



(Gracias por servirme de inspiración. No ha nada como una buena y larga conversación)


Noelia Prada. Coach Personal en Actitud Naranja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario